lunes, 8 de noviembre de 2010

PRIMER MANIFIESTO SURREALISTA


El Primer manifiesto del surrealismo fue publicado en 1924, consolidando lo que hasta el momento era la maduración del dada. André Breton expone aquí una fuerte crítica a la idiosincrasia de la época y propone nuevos métodos para liberar la mente humana, que ha visto su campo de acción fuertemente reducido debido al mecanicismo y racionalismo imperante.

Esta mediocridad mental se ve reflejada en la literatura de la época, que pierde el tiempo remitiéndose a burdas descripciones. El gran número de novelas editadas son el retrato de esta realidad. En ellas los personajes son simples máquinas al servicio de los antojos del escritos, no demuestran ninguna emoción.


Las esperanzas de Breton están puestas en la capacidad de imaginar del ser humano que resume la libertad espiritual que poseemos y que tenemos que utilizar con sabiduría pues su poder es incalculable.


Los descubrimientos de Freud serían el comienzo de esta actividad liberadora. Gracias a este pensador por fin los sueños han ido recobrando la importancia que merecen, pues no puede ser que el tiempo en que soñamos sea considerado perdido más bien el tiempo de vigilia debe considerarse una interferencia del sueño. Incluso Breton se pregunta si no llegara la hora de los filósofos durmientes.


Pero no sólo la revaloración del sueño reestablecerá la riqueza espiritual del hombre sino que un nuevo medio que permitirá una sincera relación con el inconsciente, se trata del Surrealismo, término que André Breton toma de una obra teatral de Apollinaire. Con Surrealismo alude al "Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral."


Para que se produzca este automatismo es necesario abrir las puertas de inconsciente y dar inicio a la emisión verbal partiendo de cualquier palabra. La velocidad de la escritura es de suma importancia pues esta anula el control que la razón sobre el libre discurrir del pensamiento y estimula el emerger del inconsciente. Una vez terminado este proceso no importa el sentido o coherencia que este escrito pueda tener, sino que las pulsaciones del inconsciente sean recogidas. Si a primera vista las imágenes recogidas parecen indescifrables, luego revelaran perturbadores sorpresas del inconsciente.


El valor de esta poesía impetuosa está en función de la belleza, la cual como bien dice Breton en Nadja, será compulsiva o no será. La palabra no pretende un goce dialéctico sino simplemente hacer manifiesto el torrente de imágenes provenientes del inconsciente.


Han hecho profesión de fe de surrealismo: Aragon, Baron, Crevel, Desnos, Eluard, Gérard, Picon, Vitrac. Pero hay artistas del pasado que por alguna razón son surrealistas: Swift por la maldad, Sade por el sadismo y Victor Hugo cuando no es tonto; Poe en la aventura, Baudelaire en la moral, Rimbaud en la vida práctica y en todo y Mallarmé en la confidencia..


Tomado de:
http://www2.udec.cl/~mariasmo/historia/El%20Primer%20Manifiesto%20Surrealista.htm

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