(Santafé de Bogotá, 1905 - 1969) Escritor, ensayista, poeta y diplomático colombiano. Realizó sus estudios en el Gimnasio Moderno y en la Escuela Militar, después de lo cual, formó parte del grupo Los Nuevos, que buscaba renovar la literatura y la política colombianas. Unido a una compañía de comediantes, viajó por Centroamérica durante los años 1926 1927, y luego pasó a España, Francia e Inglaterra.
Jorge Zalamea es considerado como el escritor más polémico de su época. Tuvo una interpretación muy característica de la cultura y del quehacer del intelectual, según la cual, las cuestiones fundamentales de la cultura no se cierran en el orden ideal y superior del espíritu, sino que son de índole social y están ligadas íntimamente a los asuntos materiales, como la tenencia de la tierra, el trabajo, la propiedad privada.
EL GRITO
Un grito,
un grito,
un grito
más duro que el dentado
más duro que el dentado
cuerno curvadodel dorado
escarabajomimetizado entre las cañas de oro;
más invasor que el espino
en los jardines de los abuelos
intestados;
más veloz que el arpón del asesino
que vuela sobre las aguas
y se clava en ellas
mudándolas en paño de menstruas;
más hambriento que el graznarde las gaviotas rabiosas
sobre las aguas horras de peces;
más sordo que el sollozo
de la mujer pobreante la alcancía vacía;
más impaciente que el orín
sobre la cuchilla homicida;
más lancinante que el gemido
del niño asaltado en su sueño
por las altas, negras fantasmas
de su propio futuro;
más fatídico que el estridor
de las llantas
repentinamente frenadas
sobre el pavimento de cemento
y sobre un cuerpo ya muerto;
más lúgubre, ¡ay!,
más lúgubreque el aullido del perro
cuando pasa la sombra
que nadie ve:ni Hamlet,
ni Horacio,roídos por el frío.
Un grito,un grito,un grito
sin la esperanza de la parturienta,
Un grito,un grito,un grito
sin la esperanza de la parturienta,
sin el orgullo de los Héctores vencidos,
sin la blasfemia roja del rebelde,
sin el blanco reniego del suicida,
sin la muda protesta del mártir,
sin la ira tartamuda del recluta,
sin el estertor del pocero silicoso,
sin el terror de quien pierde la vida,
sin el vagido pánico de quien nace a la vida:
un sofocado,intolerable,inútilgrito
que nadie escucha, sino yo.
Como vampiro pascuano
que nadie escucha, sino yo.
Como vampiro pascuano
hecho de musgo, terciopelo y sombra,
anda revoloteando entre mis sienes,
saltándome los ojos,
repanando mi nuca,
envenenando mis venas,
haciendo astillas mis nervios…
Anda, en sus giros,
Anda, en sus giros,
petrificados mis músculos,
poniendo azul mi vientre,
asaltando mi corazón…y mis labios sellados.
Un grito,un grito,un grito:
por qué,
Un grito,un grito,un grito:
por qué,
para qué,
para quién,
de dónde vieneese grito que nadie escucha,
sino yo?
¡La muerte sólo, acaso,
me lo diga!
JORGE ZALAMEA BORDA
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